Es: El proyecto de la Confederación

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El proyecto de la Confederación

El proyecto de la Confederación es una tentativa de imaginar la organización práctica de las relaciones entre la totalidad de las obediencias masónicas de manera tal que se excluya

  • toda lucha por el poder,
  • todo dominio de un movimiento por parte de otro.
  • toda tentativa de inmiscuirse en los asuntos internos de las obediencias.

La creación y el funcionamiento de la Confederación no cambiaría en absoluto el estado actual de las obediencias, ni sus relaciones mutuas, siempre y cuando se las haya construido por consenso.

La Confederación, por el contrario, permitiría la evolución de la Francmasonería hacia intercambios fr

aternales y luego la colaboración de todas las obediencias, respetando siempre su diversidad.

Tal como ha sido concebido, este proyecto no exige una burocracia superabundante.

Esta propuesta de la Confederación no es más que un modelo teórico. ¿Se llegará a construir esta máquina? ¿Podrá volar, o al menos arrastrarse? Esto depende de la sinceridad masónica de los Hermanos y de las posibilidades de las obediencias.

Para que se pongan en movimiento, firme el Llamado.

1. Responder a las necesidades de nuestro tiempo

La Francmasonería moderna nació en el Siglo de las Lluminación (Siècle des Lumières) un período de cambios profundos en la civilización occidental y en el mundo. Sus fundadores, entre los que se contaban varias eminencias científicas, entendieron que era necesario reunir los conocimientos de los siglos precedentes e inspirarse en dichos conocimientos para contribuir a la formación de una nueva civilización.

Para hacer este aporte, decidieron confederar sus logias y renovar sus procedimientos iniciáticos.

Se inspiraron en el legado de la Francmasonería inglesa y escocesa, el de los constructores franceses y alemanes, en otros aportes culturales y civilizaciones anteriores y, sin duda alguna, también en la obra del pensador checo Comenius. Los examinaron a través del prisma de sus propias convicciones religiosas, morales, sociales y políticas, y de las investigaciones que realizaban en el marco de la Academia Real de Ciencias. El resultado de su trabajo es una suerte de enciclopedia de los saberes de la humanidad, condensados y codificados en forma de rituales y símbolos. Las cuatro logias de Londres, entonces, no fueron copias fieles de sus ancestros de la Edad Media sino que, en cambio, se transformaron para corresponder a su siglo.

En la actualidad, la humanidad se encuentra en un período de evolución radical que afecta a todo el Planeta, lo que significa que es una evolución más compleja que la ocurrida durante la Iluminación. Los científicos ya no tienen una visión unificada del mundo y del universo; tampoco la tienen los filósofos y otros pensadores. En consecuencia, en todos los ámbitos, solamente la libertad de los espíritus y la diversidad de enfoques permiten conservar la esperanza de que la humanidad sabrá confrontar las dificultades resultantes de las restricciones ecológica y demográficas y de la globalización. Más aún, es necesario que los portadores de esta esperanza sepan comunicarse entre ellos.

La Francmasonería busca la unidad. La unidad del hombre con aquello que lo supera y a la inversa. Hermes Trismegiste escribió en su Tabla de esmeralda: Lo que está en lo alto es como lo que está abajo para que se produzca el milagro de la unidad. La necesidad de unidad del mundo contemporáneo no contradice este objetivo antiguo de la iniciación; en cambio, lo aclara desde otro ángulo.

La historia misma de la Francmasonería moderna defiende la diversidad de las obediencias y su reunificación.

2. Método propuesto

El proyecto de la Confederación, expuesto más adelante, intenta imaginar una organización que permita a todas las obediencias conocerse mejor y de igual a igual, para participar después en la construcción del puente que las unirá.

La primera condición para el éxito de esta tentativa es no prejuzgar la autenticidad de tal o tal otra obediencia, sino aceptar la evidencia de que la Francmasonería ha evolucionado con el paso de los siglos y seguirá evolucionando.1La multiplicidad de las Francmasonerías, a menudo criticada, puede en cambio considerarse un hecho positivo. Fomenta la diversidad de los enfoques intelectuales que, no menos que la biodiversidad, son necesarios para salvaguardar la vida sobre la Tierra.

Si, posteriormente, al conocerse mejor y respetarse, la mayoría de los miembros de las obediencias llegaran a la conclusión de que después de todo es necesario elaborar una nueva forma de Francmasonería única, común a todos, ¿por qué no hacerlo? Pero ese no es el propósito de este proyecto. En este momento de la historia, la unidad en la diversidad es un bien precioso que hay que construir y preservar. El proyecto de la Confederación no es el primer intento que apunta a llenar el vacío que separa las obediencias masónicas. En su mayoría, las tentativas precedentes chocaron contra el deseo de inclinar la balanza a favor de una u otra obediencia. Eso no funciona. Y ninguna de las asociaciones interobediencias ha logrado cobrar envergadura universal.

En las democracias, los adversarios políticos encontraron un medio de confrontarse sin dejar de respetarse. Las iglesias se resignaron a cohabitar sin por ello abandonar sus particularidades. También los Francmasones deberán aprender a colaborar dentro de la diversidad de sus movimientos. 3. Descripción de la Confederación

El mundo es un libro. Los que no viajan leen una sola página. San Agustín

¡Desconfía del lector de un solo libro! Jean-Paul Sartre

a) Marco general y reglas de base

Tras su adhesión a la Confederación, todas las obediencias conservarán su forma actual y continuarán siguiendo su propia vía en el marco de su propia organización.

Todas las obediencias aceptarán el principio básico de la Confederación, o sea, el respeto por las otras obediencias y el deseo de colaborar con ellas en la iniciación masónica dentro del espíritu fraternal y siguiendo las reglas descritas más adelante2

Las obediencias renunciarán a la posibilidad de excomulgar a otras obediencias afiliadas . Si un miembro traiciona los principios fundamentales y las prácticas de la Francmasonería que de ellos se desprenden, no podrá ser excluido sino con el común acuerdo de todas las otras obediencias o, al menos, de su gran mayoría.

La Confederación y su dirección no tendrán ninguna posibilidad de inmiscuirse en el funcionamiento de las obediencias y las logias participantes.

Entre otros medios sugeridos más adelante que permiten alcanzar estos objetivos, la Confederación debería aceptar el principio que dice que los hermanos (y las hermanas) pueden visitar libremente las logias de todas las obediencias afiliadas durante sus trabajos rituales.

No obstante, cada logia tendrá derecho a determinar, por voto secreto renovado cada tres años, si les da acceso a todas sus Tenidas, o solamente a algunas, al menos una vez al año. La logia publicará su decisión en las convocatorias a sus reuniones. Sus reglas internas detallarán las condiciones para que los visitantes tomen la palabra eventualmente3

Aún en el caso extremo en que todas las logias de una obediencia decidieran cerrar todas sus Tenidas excepto una al año, y esto a los miembros de ciertas obediencias, o bien de todas las demás obediencias afiliadas a la Confederación, no sería incompatible con el principio de respeto mutuo de sus afiliados y de la voluntad de colaborar en el marco del espíritu fraternal a nivel de la Confederación. Con esta condición, es imaginable que una logia decida trabajar solamente con sus miembros sin por ello expresar hostilidad ni desdén alguno hacia los demás.

b) Nacimiento

El primer paso hacia la creación de la Confederación se dará en ocasión de los debates previos de los Grandes Maestros (Presidentes) de las principales obediencias de las dos grandes corrientes de la Francmasonería que estén de acuerdo con las reflexiones anteriores. No podrán asumir responsabilidad en nombre de las obediencias, las que deberán decidir posteriormente, en el marco de su asamblea general, si adhieren a la Confederación.

Estos contactos se establecerán sin esperar que se alcance un consenso general sobre el tema de la Confederación. Después de los debates preliminares, podrán decidir si invitar o no a los representantes de otras potencias masónicas cuya participación no implicará compromiso alguno para sus obediencias.

Si tras estas reuniones preparatorias acuerdan fundar el Comité de Grandes Maestros como se lo describe más adelante, pedirán la autorización de sus obediencias para participar en el mismo4

c) Composición de la Confederación

La Confederación está compuesta de todas las obediencias masónicas del mundo que acepten sus principios y reglas y que sean elegibles según los criterios siguientes:

Podrán afiliarse todas las obediencias creadas bajo los auspicios de una o varias obediencias masónicas y reconocidas como mínimo por 33 obediencias en tres o más estados.

La segunda condición no rige para las obediencias que existen desde hace más de un siglo.

Posteriormente, se completará esta regla por decisión del Comité (ver más adelante) que establezca las condiciones de admisión de las obediencias que todavía no tienen suficiente anterioridad para satisfacer las reglas mencionadas5.

Teniendo en cuenta los objetivos de la Confederación y el hecho de que su dirección no tendrá ni la vocación ni la posibilidad de inmiscuirse en el funcionamiento de las obediencias, todas ellas, sea cual fuere su envergadura, tendrán representación en estas instituciones directivas por un mismo número de delegados. En efecto, más que lugares de decisión (este papel retornaría a las asambleas de la Confederación), estos organismos se dedicarán a fomentar el conocimiento y la comprensión mutua de sus miembros. d) Organisación de la Confederación

El Comité de Grandes Maestros y el Consejo de Investigadores

Creación

La Confederación será dirigida por el Comité, compuesto por Grandes Maestros (Presidentes) en ejercicio de todas las obediencias miembro 6

El Comité cumplirá las tareas siguientes:

  • establecer las reglas de sus reuniones,
  • establecer los principios y elaborar las reglas de funcionamiento de la Confederación y de su administración,
  • definir las modalidades de organización de la Asamblea Constituyente y de las asambleas generales de la Confederación,
  • buscar fuentes de financiamiento para la Confederación,
  • constituir el primer Consejo de Investigadores que posteriormente será designado por las obediencias,
  • convocar la Asamblea Constituyente de la Confederación y, posteriormente, las asambleas generales,
  • organizar y animar las asambleas de la Confederación,
  • tomar decisiones sobre la admisión de nuevas obediencias,
  • proponer la exclusión de los miembros que no respeten los principios y las reglas de la Confederación,
  • mantener relaciones con las obediencias que no forman parte de la Confederación.

El Comité tendrá los derechos siguientes:

Después de convocar la Asamblea Constituyente de la Confederación y la fundación de esta última, los miembros del Comité tendrán derecho a participar en todos los trabajos rituales de las logias de todas las obediencias afiliadas, sea cual fuere su pertenencia, sin que las logias puedan oponerse.

En ocasión de los trabajos de cualquier obediencia que no sea la suya, así como también durante las asambleas de la Confederación, participarán en el Oriente, vistiendo sus delantales y cordones de dignatarios masónicos, además de un símbolo que recuerde que pertenecen al Comité.

En las logias, tendrán voz durante los debates eventuales sobre la Confederación, pero solamente en esta ocasión. Este derecho seguirá siendo válido aún si una logia no acostumbra a recibir en su Templo a los visitantes de la obediencia a la que pertenece el Gran Maestro7 El Consejo de Investigadores

Creación

El Comité constituirá el Consejo de Investigadores eligiendo en cada obediencia tres Maestros capaces de participar del estudio de sus principios, rituales y modos de funcionamiento.

El Consejo establecerá las modalidades de sus reuniones.

Durante la preparación de la creación de la Confederación, estudiará las obediencias que han otorgado a sus Grandes Maestros el derecho a participar del primer Comité y formará parte de sus investigaciones durante la Asamblea Constituyente. Posteriormente, estudiará las obediencias que son miembros de la Confederación.

En ocasión de esta Asamblea Constituyente, cada obediencia podrá mostrar su aprobación mediante la designación de sus primeros delegados, o bien reemplazarlos por otros tres Maestros con las calificaciones necesarias para su tarea. Los designará según las reglas referentes a la selección de sus dignatarios.

El mandato de los Investigadores durará seis años, renovables según las mismas modalidades.

Si una obediencia considera indispensable revocar a uno de sus representantes en el Comité antes de la finalización de su mandato, y reemplazarlo por otro Maestro, lo hará de común acuerdo con el Comité y después de recibir su aprobación.

El Consejo cumplirá las tareas siguientes:

  • ayudar mediante sus consejeros al Comité a cumplir sus tareas,
  • ayudar mediante sus consejeros al Comité a cumplir sus tareas,8
  • juzgar, desde el punto de vista histórico y masónico, las reglas de funcionamiento de la Confederación, propuestas por el Comité, al que el Consejo transmitirá sus comentarios,
  • observar si la administración de la Confederación respeta en su funcionamiento su carácter masónico y hacer llegar sus observaciones al Comité,
  • elaborar el ritual que se usará durante las primeras asambleas de representantes elegidos de las obediencias.

Para hacerlo, se inspirará en la Constitución de Anderson de 1723 y en los puntos comunes de los rituales existentes, haciendo caso omiso a los principios y las reglas que en la actualidad dividen a la Francmasonería. Este ritual no expresará discriminación alguna, ya que se limitaría al espíritu de fraternidad. Tampoco expresará convicción religiosa alguna. Desde luego que las obediencias, por su parte podrán, si fuera su costumbre hacerlo, exigir a sus miembros fe en un principio creador. 9

Teniendo en cuenta los objetivos y el contenido de las asambleas de la Confederación, este ritual facilitará, fomentará y garantizará un intercambio fraternal de opiniones entre los hermanos y las hermanas delegados y la toma democrática de decisiones.

El Consejo debatirá sobre este ritual con el Comité que luego aprobará su redacción final.10

El Consejo tendrá los derechos siguientes:

A partir de la Asamblea Constituyente de la Confederación, el Consejo tendrá el mismo derecho de entrada a todas las logias que el Comité, pero sus miembros estarán presentes en calidad de observadores y no intervendrán de ninguna manera en el desarrollo de los trabajos.

Dada su neutralidad, no llevarán ningún símbolo de las obediencias a las que pertenecen. Se podrán vestir con capas largas anudadas en la cintura mediante una cuerda de doce nudos que simbolice la fraternidad y la voluntad de elevación. Si el Consejo y el Comité lo consideraran útil, podrían tener la cabeza cubierta con una capucha11.

e) Las asambleas de la Confederación

Las asambleas de la Confederación trabajarán para descubrir el misterio de la existencia y el estudio del lugar del hombre en la sociedad, siguiendo el espíritu de fraternidad universal12 Frecuencia de las Asambleas

La Asamblea Constituyente de la Confederación será convocada por el Comité una vez terminados los trabajos de preparación y los del Consejo.

Cada obediencia será representada por 9 delegados elegidos por ella según sus reglas habituales de selección de representantes.

El Comité comunicará a los delegados sus trabajos y someterá a votación las modalidades de organización de las tres primeras asambleas generales de la Confederación.

El informe del Comité y el resultado de la votación se pondrán a disposición de todas las logias de las obediencias miembro.

El representante del Consejo difundirá las actividades de este último y explicará por qué sus miembros consideran que la creación de la Confederación es coherente con la historia y los valores de la Francmasonería.

Su informe también se pondrá a disposición de todas las logias de las obediencias miembro.

Tres años después de esta Asamblea Constituyente, el Comité convocará una asamblea general.

El Consejo mantendrá a los delegados al tanto de sus trabajos.

Cada miembro del Comité hará un breve informe sobre la actividad de su obediencia, de forma oral o escrita. La asamblea no deberá pronunciarse sobre estos informes. Podrá decidir poner estos informes, o un resumen escrito de todos sus trabajos, a disposición de las logias de todas las obediencias.

Uno de los miembros del Comité informará a la asamblea sobre sus contactos con otras potencias masónicas que, sin formar parte de la Confederación, mantienen relaciones fraternales con ella. Asimismo, hará un informe sobre el eventual comportamiento hostil de otras obediencias.

El representante del Consejo comunicará sus actividades a este último y presentará su punto de vista sobre la naturaleza iniciática, la orientación filosófica y las actividades caritativas de la Confederación. Podrá advertirle sobre posibles actos contrarios a sus reglas, sin citar a los contraventores por su nombre. La asamblea no deberá pronunciarse sobre esta información. Podrá decidir poner un resumen escrito de estos trabajos a disposición de las logias de todas las obediencias.

Cinco años después de esta Asamblea Constituyente, el Comité convocará una asamblea general que recibirá los siguientes informes:

  • Informe del Comité sobre sus trabajos.
  • Informes breves de los miembros del Comité sobre las actividades de sus obediencias.13 La asamblea podrá debatirlas, sin votar. El resumen del conjunto de estos trabajos se pondrá a disposición de todas las logias de la Confederación. Las logias de cada obediencia debatirán sobre el informe que la concierne.
  • Informe del Consejo sobre la concordancia entre las reglas de base de la Francmasonería y las actividades de la Confederación y sus obediencias. Podrán advertirle sobre posibles actos contrarios a sus reglas, sin citar a los contraventores por su nombre. La asamblea lo debatirá sin votar. Él resumen se pondrá a disposición de todas las logias de la Confederación.
  • Informe del Comité sobre sus contactos con potencias masónicas que no pertenecen a la Confederación. El Comité presentará las obediencias candidatas a afiliación a la Confederación y propondrá eventualmente la exclusión de ciertos miembros de dichas obediencias. La asamblea lo decidirá mediante votación. A partir de esta asamblea confederal, el Comité y el Consejo podrán proponer a las obediencias
  • temas de los trabajos a los que todas las logias serán invitadas a participar, sin por ello estar obligadas a hacerlo,
  • organización de manifestaciones públicas de la Confederación.

Estas propuestas sólo se realizarán si son aprobadas por la mayoría de las obediencias y si ninguna obediencia usa contra una u otra de estas propuestas su derecho de veto. Al hacerse estas votaciones, las obediencias podrán abstenerse.

El resumen escrito de todos los trabajos se pondrá a disposición de las logias de todas las obediencias.

Siete años después de la Asamblea Constituyente de la Confederación, el Comité convocará la tercera asamblea general que recibirá, como la asamblea precedente, los cuatro informes del Comité y del Consejo, los debatirá y votará las decisiones referentes a la Confederación en su conjunto.

El Comité y el Consejo pueden proponer a las obediencias temas para los trabajos, las manifestaciones públicas, la admisión de obediencias candidatas, la eventual exclusión de afiliados que no respetan las reglas de la Confederación. Estos puntos se tratarán siguiendo las mismas modalidades mencionadas.

Esta tercera asamblea general debatirá y luego decidirá mediante votación secreta:

  • el texto definitivo de las reglas generales de la Confederación,
  • la forma definitiva de los rituales de las asambleas de la Confederación.

El resumen escrito de todos estos trabajos se pondrá a disposición de las logias de todas las obediencias.

Nueve años: Si fuera necesario, el Comité podrá convocar una nueva asamblea general que se encargará de resolver las cuestiones que quedaron abiertas durante la asamblea precedente y/o debatir eventualmente nuevos problemas.

Después de siete (o nueve) años, el ciclo de las asambleas tendrá lugar cada tres años siguiendo el programa de la Asamblea del séptimo año, según se describe más adelante.

Lugar de las Asambleas

El Comité y el Consejo deberán fijar las sedes de las asambleas generales de la Confederación.

Teniendo en cuenta los objetivos de la Confederación, su naturaleza y las tareas asignadas a sus asambleas generales, estas últimas podrían y deberían realizarse cada vez en un país diferente. Representación de las obediencias en las asambleas generales

El Comité y el Consejo propondrán a la Asamblea Constituyente las reglas de representatividad de las obediencias en las asambleas generales futuras. Los delegados votarán y sus decisiones serán válidas para las tres primeras asambleas generales.

Teniendo en cuenta el número de obediencias que deberían formar parte de la Confederación, en las asambleas generales no se podrá aplicar la regla, “una logia, un delegado”, pero esto no excluye de por si la posibilidad de hacer participar todas las logias utilizando las nuevas tecnologías de comunicación. En este caso, sería posible tomar ciertas decisiones siguiendo la regla, “una logia, una voz”.

El Comité podrá proponer a la Asamblea Constituyente y a las tres primeras asambleas generales los medios técnicos que permitan transmitirlas a las logias durante su desarrollo. Rituales de las asambleas

La Asamblea Constituyente y las dos primeras asambleas generales funcionarán siguiendo los rituales y las reglas provisorias creadas por el Comité y el Consejo.

Antes de la tercera asamblea general, estas reglas provisorias y rituales se habrán debatido en las logias de las obediencias miembro de la Confederación y, de esta forma, se habrán enriquecido con sus contribuciones.E l Consejo tomará en cuenta y debatirá con el Comité, para luego redactar, los textos nuevos que serán sometidos a votación en la tercera asamblea general.

La asamblea general decidirá si los acepta o si los modifica o bien, en caso de necesidad, los devuelve nuevamente a las logias para su estudio.

Notas

1 No obstante, reunir las dos corrientes del movimiento masónico no significa que su Confederación deba aceptar a cualquier grupo que se atavie con el nombre de Francmasonería sin tener nada en común con la tradición iniciática europea: véanse más adelante las modalidades de adhesión.

2 Esta actitud unitaria permitirá colaborar a las logias de distintas obediencias que deseen hacerlo pero, en la actualidad, se abstienen por falta de decisión.

3 La mayoría de las obediencias mantiene relaciones más o menos oficiales, más o menos regulares e incluso la Gran Logia Unida de Inglaterra reconoce en la actualidad la masonería femenina, sin admitir a las Hermanas en sus Templos. En consecuencia, todas las obediencias pueden aceptar un cambio de los principios que rigen el reconocimiento de las otras obediencias. Pero, puesto que la Francmasonería se vive en logia y cada logia tiene derecho a conducir sus trabajos libremente, sin por ello alejarse de las reglas y tradiciones de su obediencia, sólo las logisa podrán decidir hasta que punto se sienten listas para abrir sus puertas a los demás Hermanos y Hermanas. Sin duda alguna, tomar esta decisión no corresponderá a la Confederación.

4 En el marco de su mandato, los Grandes Maestros pueden mantener entrevistas exploratorias. Sin embargo, para la creación de la Confederación, obviamente deberán obtener el consentimiento de sus obediencias.

5 Esta regla qaue limita las primeras adhesiones a las obediencias conocidad tiene por objeto simplificar las negociaciones que, evidentemente, serán más fáciles con unas decenas de participantes que con las 250 obediencias existentes Permitirá también evitar los debaten sin fin sobre la “conformidad” con los ideales y las prácticas masónicas de ciertas obediencias menos conocidas.

6 Esta regla simple impide toda “lucha” para hacerse elegir.

7 Los miembros del Comité deberán participar de los trabajos de las logias para formarse una opinión concreta sobre la naturaleza de las obediencias, para explicar la organización y las reglas de la Confederación y defenderla si fuera necesario.

8 Estos estudios serán solamente teóricos durante el período de preparación, sin participación de los investigadores en los trabajos de las logias.

9 En los albores de la Francmasonería moderna, la expresión el Gran Arquitecto del Universo era un símbolo (parafraseando a Goethe, en la masonería, "todo es símbolo"), pero posteriormente pasó a ser la designación de la fe, su sinónimo. Ciertas obediencias aceptaron esta evolución, otras no. La Confederación debe intervenir en este debate.

10 Los Investigadores estudian y asesora, los Grandes Maestros dirigen.

11 Los miembros del Consejo no son más que observadores, por lo que su presencia debe ser discreta. Su indumentaria, entonces, no deberá incluir signos distintivos de sus obediencias. También podrá parecer conveniente, al menos cuando la Confederación esté dando sus primeros pasos, reducir la diferencia de percepción del género masculino/femenino de los Consejeros. Si se aceptara esta sugerencia, toda modificación eventual debería contar con la aprobación de la asamblea general de la Confederación.

12 En todas las sociedades, entre ellas la masonería, la iniciación organiza el paso de la infancia a la edad adulta y, en consecuencia, del individuo a la sociedad, e intenta expresar el lugar del hombre en el universo. Todas las obediencias aceptan este objetivo doble, aún si difieren entre ellas al privilegiar una u otra parte de este intento iniciático.

13 También sería posible enviar estos informes a los delegados por adelantado para que les quede más tiempe para los debates.