Es: Nacimiento del Escocismo
Nacimiento del Escocismo
Título original: La naissance de l´ecossisme
Traducción libre de Saul Apolinaire. La Plata, Argentina, 2011. Como cualquiera sabe, «la Francmasonería especulativa nació en el San Juan de verano de 1717, cuando cuatro logias de Londres se reunieron para elegir un nuevo Gran Maestre de forma de hacer revivir la masonería operativa londinense descuidada por Sir [[Christopher Wren]] (1) su Gran Maestre (2) y caída en la ignorancia, por no haber sido frecuentada y debidamente atendida. (3), bajo el reinado del último rey Estuardo, Jacobo II.» En esa época, como en 1723 cuando fueron publicadas las primeras Constituciones de los Francmasones, autografiadas por el Diputado Gran Maestre Jean Théophile Désaguliers y redactadas por el pastor James Anderson, la francmasonería no conocía más que dos grados, Aprendiz y Compañero de Oficio (también denominado Maestro).
El grado de Maestro hizo su aparición en forma progresiva, de una manera gradual e
imperceptible (4) desde 1723 hasta su divulgación en 1730 por Samuel Prichard (5) Fue el
Duque de Montagu, sucesor desde 1721 del pastor Desaguliérs quien se comprometió a
introducir en Francia la masonería especulativa (6). En efecto, la Gran Logia de Francia
nació el 24 de junio de 1738 y el Duque de Antín tomó el título de Gran Maestre General y
Perpetuo de los Masones del Reino de Francia (7)
La francmasonería escocesa que conocemos, nada tendría que ver con Escocia (8), sino que
nació en Francia a mediados del siglo XVIII, con la creación de los grados superiores,
denominados “escoceses” para aportarles credibilidad y antigüedad (9). Esta presentación sumaria es muy aceptada aún en nuestros días y sin discusión por la mayoría de nuestros
hermanos.
Sin embargo, los estudios históricos de las últimas décadas parecería que poco a poco van revelando un cuadro diferente. La investigación, y desgraciadamente a menudo la recuperación, de la realidad histórica acerca del nacimiento de una masonería escocesa distinta de la masonería de Anderson, me parece que hoy día es un tema de trabajo, tan vasto como apasionante, esencial para nosotros los francmasones del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Una antigua teoría revisada
En 1978 Eric Ward desafía la teoría Andersoniana del despertar de la masonería operativa por medio de la especulativa y propone una teoría novedosa: la del préstamo. Y concluía así su comunicación: «cuando se da la ocasión, es posible discernir los signos de un ritual ahora familiar, dándose cuenta que es esencialmente escocés de origen operativo e indudablemente tomado en préstamo (10» Frederic W. Seal-Coon bocetó el año siguiente dentro de una breve respuesta (11) una teoría mas política, estableciendo las concordancias cronológicas entre el nacimiento de la francmasonería especulativa y la historia de las tumultuosas relaciones de la dinastía escocesa Estuardo con el trono de Inglaterra, que ocupa la mayor parte del siglo XVII y que más adelante intentó recuperar, después de su exilio en Francia, durante toda la primera mitad del siglo XVIII.
Roger Dachez, en un libro reciente que desarrolla exclusivamente la conjunción de los análisis del nacimiento de la francmasonería, destaca en su conclusión: “Puede observarse que el problema esencial es esclarecer cómo a principios del siglo XVIII, en Londres apareció casi de la nada documental, una masonería operativa, en el sentido de no estar ya más ligada al ejercicio del oficio de masón, sino organizada según esquemas más próximos a los de la masonería escocesa”. El eslabón perdido debe encontrarse. Así que un día se reunieron los “masones libres”, ya sea los sin logias, como Ashmole y Moray, la mayoría intelectuales o cultivados notables, de filiación escocesa directa o indirecta o de “logias libres”, aquellas de la masonería inglesa descrita al fin del siglo XVIII por Robert Plot …(12) «Y así es que nos encontramos con el movimiento jacobita de esos masones liberados de toda pertenencia geográfica, pero forzados a la clandestinidad o al exilio, aunque conservando vínculos con la masonería escocesa. Coincidencia o no, [[Robert de Moray]] y Elias Ashmole eran ambos leales a los Estuardo. Así Robert Moray, que tenía treinta y un años (13) cuando fue recibido en 1641 durante una reunión en Newcastle por hermanos de la logia de Edimburgo (14), tuvo una larga carrera al servicio de los Estuardo.
La vida, pensamiento y obra de este hombre, que yo por mi parte considero como precursor de los francmasones especulativos, en el sentido que entendemos hoy día, es suficientemente destacada como para justificar un largo desarrollo».
Nótese solamente, que se hace reconocer por los masones holandeses para obtener la ciudadanía de Maastricht, al servicio de un Carlos II que preparaba la restauración en el trono de Inglaterra (16). Elias Ashmole era un capitán de 29 años recientemente capturado y después liberado (17) del ejército de Carlos I Estuardo que fue “hecho” francmasón en Warrington, el 16 de octubre de 1646. Nótese que en ese período de guerra los riesgos eran tales que Elias Ashmole encriptó los principales nombres de su carnet (18) Dirá de ellos en su diario, agosto de 1659: “..mi oficina ha sido requisada por los soldados, bajo pretexto de buscar al rey, pero nada se ha perdido” (19) El estudio de Henry Boscow( 20) de las condiciones de la recepción de Elias Ashmole muestra que los miembros presentes que pudieron ser identificados eran partidarios de los Estuardo o por lo menos tenían quejas del parlamento inglés (21) Otro elemento que relaciona a esos francmasones no operativos de la primera hora: la logia en la cual Elias Ashmole fue recibido sobre el territorio inglés, parece haber sido del tipo escocés, como aquella que recibió a Robert Moray en Newcastle, dirigida por un Vigilante, como lo eran las logias escocesas y después las inglesas, efímeras y ligadas a una construcción gobernada por un Maestro de logia. La francmasonería escocesa antes de 1717. En efecto, desde el San Juan de invierno de 1598, en Edimburgo, las logias de Escocia producen “los estatutos y ordenanzas que deberán ser observadas por todos los maestros masones del reino, establecidas por William Shaw, Maestro de Obras de Su Majestad y Vigilante General del dicho oficio, con el consentimiento de los Maestros que abajo firman” (22) Entre los 22 items de ese documento, aparece un punto que consagra una organización en logias regionales bien específica de lo escocés: “Item, que cada año se elija un Supervisor (Vigilante) para hacerse cargo de cada logia, las que serán especialmente divididas y que será con los votos de los Maestros de dichas logias…”
El oficio de masón tenía en la Escocia del siglo XVIII una organización que le era propia y de las logias que, de acuerdo al octavo item del segundo estatuto Schaw “eligieron y constituyeron un famoso notario como secretario ordinario(clerc) y escriba (23) y registraron a partir de 1599 sus decisiones en archivos que finalmente llegaron hasta nosotros a pesar de los eventos de tres siglos de turbulencia. A partir de los trabajos de David Stevenson (24) es posible identificar y estudiar a los 139 no operativos de la construcción recibidos como Compañeros de Oficio o Maestros en las logias escocesas entre 1637 y 1717.
¿Por qué razón el pastor Anderson, escocés, hijo de James Anderson (25), secretario de la logia escocesa de Aberdeen, ignora por completo a todos esos no operativos escoceses para disgusto de uno de sus traductores, Daniel Ligou? (26)
Pero el estudio detallado de esos primeros francmasones no operativos es muy interesante. Pasamos rápidamente sobre la docena de gentilhombres recibidos bajo el reinado de Carlos I en Escocia y en la logia Mary´s Chapel de Edimburgo. Son los Maestros de Obra del rey y de los miembros del entorno del rey Carlos I o de su secretario de estado para Escocia, lo que no es de asombrarse, Edimburgo era el asiento de la corte de Escocia. Por la fuerza de las cosas no volvieron a poner un pie en la logia desde el inicio de la guerra de los tres reinados. Solo Sir Robert Moray retornó en 1647 ( 27). Pero el tiempo hizo su trabajo, y ya no estarán en ese mundo de 1717.
Solamente pudieron ser identificados 21 miembros de la alta burguesía, lo que es bien poco, recibidos por una logia de Escocia, donde prácticamente la mitad eran de la úníca logia de Kilwinning, durante los 25 años de reinado efectivo de Carlos II, un período de relativa calma que conocerá los verdaderos inicios del Siglo de las Luces con la creación de la Royal Society bajo el impulso decisivo de Sir Robert Moray (28). La mitad de esos hermanos solo verán el advenimiento de Jacobo II y solamente dos vivían aún en 1717..
Un detallado análisis muestra que para las logias en cuestión, Mary´s Chapel de Edimburgo, Aitchison´s Haven, Dundee, Dunferline, Inverness y Kilwinning, nada permite pensar en otras razones que el interés para las logias de agregar personajes influyentes en el condado, y a la inversa, la necesidad para la burguesía de controlar el Oficio. Y eso comprende a Kilwinning, que será dirigida por una docena de no operativos durante un breve período discontinuo desde 1672 a 1680, donde las posiciones políticas están divididas; una mitad de seguidores incondicionales del rey, un cuarto de los gentilhombres que no hablan de ello y un cuarto de whigs, esos parlamentaristas protestantes opuestos a la política de los Estuardo.
Sin embargo, aquí esa división no parece estar relacionada directamente a los Estuardo, más bien como reacción a la represión extremadamente brutal de las revueltas presbiterianas llevada a cabo por el reciente Duque de Lauderdale, el todopoderoso Secretario de Estado para Escocia (29), contra la recomendación de Sir Robert Moray. Dos de las personalidades más destacadas de la logia Kilwinning participaron, con Patrick Hume o Polwarth de la logia de Edimburgo (30) con una delegación que desafiando la autoridad de Lauderlade fueron en 1678 hasta el rey para demandar un cambio de política: Lord Cochrane y John Kennedy, séptimo conde de Cassillis, “hijo valiente de un padre valiente”. ¡No fueron escuchados y la delegación regresó a Escocia con Cassilis como prisionero! (31).