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Montevideo acoge la cumbre regional de la Masonería Interamericana

Fuente: Gran Logia de España.

Montevideo ha acogido la reunión anual de la Sexta Zona de la Confederación Masónica Interamericana en la que Grandes Maestros y Oficiales de los Grandes Orientes Iberoamericanos debatieron los retos que afronta hoy la Masonería. Creada en 1947, la Confederación Masónica Interamericana es la organización de este tipo más antigua del mundo. No existe ninguna otra confederación masónica que pueda comparársele en extensión y tamaño: agrupa a más de 300.000 masones de América, desde México a Chile e incluye también a España, Portugal y Francia.

La Confederación Masónica Interamericana está dividida en seis zonas diferentes de trabajo. La Masonería Española está adscrita a la sexta que también conforman Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay.


Gran Logia del Uruguay

Los primeros indicios masónicos que se detectan en el Río de la Plata se ubican a finales del siglo XVIII a través de masones españoles como Don José Joaquín de Viana. Posteriormente, con las invasiones inglesas ocurridas en 1807, el cuerpo irlandés de ocupación Nº 47 funda una logia que se llamó Montevideo Nº 192, siendo encargada de iniciar al primer masón uruguayo, don Miguel Furriol, según consta en la Gran Logia de la Masonería del Uruguay. Este cuerpo de ocupación irlandés realizó la primera procesión masónica en el Río de la Plata, por las calles de Montevideo, el 24 de junio de 1807, portando sus atuendos e insignias masónicas ante el estupor de los pobladores locales de entonces. En el año 1814, durante la ocupación porteña, el general argentino Carlos María de Alvear, presidente de la Logia Lautaro de Buenos Aires, funda en Montevideo la logia Caballeros Racionales, en homenaje a la logia homónima que funcionó en Cádiz (España). Durante la ocupación portuguesa y brasileña, que fue del año 1817 a 1822, el general lusitano Carlos Federico Lecor funda en Montevideo las logias Los Aristócratas e Imperial, con el fin de contrarrestar la influencia revolucionaria en la masonería.

En el año 1816, patriotas orientales (uruguayos) fundaron las logias Los Independentistas o Caballeros Racionales, la que en 1819 cambiará su nombre por el de Logia Caballeros Orientales, alma y espíritu a partir de 1822 de la Cruzada Libertadora de 1825 y de cuya constitución y actividad existe documentación en la Masonería uruguaya. La Logia Caballeros Orientales llegó a tener más de 300 integrantes, entre los que se encontraba la totalidad de los cabildantes de Montevideo de 1822/1823.

En el año 1827 un grupo de inmigrantes franceses fundan en instancia la Logia Les Enfants Du Nouveau Monde, que solicita su carta patente en 1842 del Gran Oriente Francés y que le llega el 16 de junio de 1844 con el distintivo Les Amies de la Patrie. Esta logia funcionó hasta 1937 y en ella fue iniciado el “héroe de dos mundos”, Giuseppe Garibaldi, durante su estancia en el país. El 28 de febrero de 1830, los integrantes de las Logias Los Independentistas y Caballeros Orientales fundan la logia llamada Tolerancia, obteniendo a principios de 1831 su regularización por parte de la Gran Logia de Filadelfia con el nombre Constante Amistad.

El 25 de enero de 1831 se funda la Logia Asilo de la Virtud con autorización expedida por la Gran Logia de Pensylvania del 2 de marzo de 1832. Con la autorización de las Grandes Logias de Filadelfia y Pensylvania, ambas logias pasaron a funcionar bajo la órbita del Gran Oriente de Brasil dada su cercanía. En 1832 se funda en Montevideo la Logia Beneficencia. El 3 de noviembre de 1834 se crea el Supremo Tribunal del Grado 31, el primero en funcionar en el Río de la Plata y en el peñon de gibraltar sur.

Debido a la situación política imperante en el Uruguay a partir de 1836 las Logias Asilo de la Virtud y Constante Amistad suspenden sus trabajos regulares a fin de evitar enfrentamientos entre hermanos que se encontraban alineados en diferentes corrientes políticas en pugna. Sin perjuicio de ello, los trabajos continuaron en forma silenciosa, siendo decisiva su intervención en la paz del 21 de octubre de 1838.

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